Por Karina Moreno Rojas
¤ Los ferrocarriles adquieren una función turística.
¤ La visión estratégica de los gobiernos determinó el decaimiento de la industria ferrocarrilera en América Latina.
¤ El ferrocarril: el transporte menos contaminante y más barato.
México 19/04/08. “El tren se aferra a la vida y busca nuevas formas en el siglo XXI” a través del turismo y del desarrollo como industria comercial, que le permita ser “una empresa operacionalmente rentable” y una vía de transporte y mercado competitiva, aseguró Guillermo Hormazabal Salgado, Agregado de Prensa de la Embajada de la República de Chile.
Debido a la falta de inversión estatal en la industria ferrocarrilera y por “una visión estratégica de los Estados”, el tren ha decaído en América Latina. “La pobreza de los países es la que nos deja un poco atrás y, a veces también, un poco la ceguera” de los gobernantes que ven a los trenes como un transporte antiguo e inservible, comentó el licenciado Hormazabal durante el ciclo de conferencias Los ferrocarriles en Latinoamérica, ayer y hoy con sede en el Museo de los Ferrocarrileros.
En dicha presentación organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal en conmemoración del Centenario de la Constitución de Ferrocarriles Nacionales de México, el representante chileno explicó que los países latinoamericanos no han tenido los recursos económicos necesarios para invertir en maquinaria y tecnología que permita impulsar la industria ferroviaria.
Al respecto manifestó, “el Estado tuvo que preocuparse por la alimentación, la vivienda y la salud de los pueblos, situación contraria a Europa” la cual con la riqueza que posee ha modernizado y explotado, según su beneficio e intereses, a los ferrocarriles.
El conferencista mencionó que los trenes no son rentables para la inversión privada por ser el transporte más barato dejándoles pocas ganancias. Es por ello, que los gobiernos han invertido en autopistas que benefician a los otros transportes pero de nada ayudan al mantenimiento del tren.
Sin embargo, “todavía tiene una función fundamental… soy un romántico del tren valorizando su rol social”, advirtió Hormazabal y agregó “[el ferrocarril] fue un punto de unión territorial, un legado social” que determinó circunstancias y vivencias y creó recuerdos como lo son ahora la canción Tren al Sur de la banda chilena Los prisioneros y Oda a los trenes escrita por Pablo Neruda.
Aunque “en el viejo continente la condena a morir poco a poco” a sido latente con la amenaza de la “pronta desaparición del ferrocarril”, éste se ha mantenido en funcionamiento buscando formas alternas para sobrevivir, como es el caso del Tren del vino en Chile que pasa entre distintos viñedos para que el turista pueda observarlos. De esta manera el ferrocarril adquiere una funcionalidad turística.
Además, desde el punto de vista comercial y como medio de transporte, los distintos gobiernos latinos han buscado detener su deterioro y mejorar las instalaciones con el fin de ofrecer mayor calidad en los servicios y la satisfacción de los usuarios al crear trenes modernos, cómodos, rápidos, seguros, eficaces y sobre todo económicos.
“Hay tren para rato” pues contempla un gran beneficio para los países desde varias perspectivas, entre ellas: “no contaminan el ambiente ni el paisaje, pues actualmente la gran mayoría son eléctricos… el tren va ganando en el tema de la contaminación, pues ofrece muchas ventajas”, aseveró Hormazabal.
Finalmente, otro aspecto importante es la “eficiencia económica”, porque genera poco gasto y es por tanto “una palanca muy útil del desarrollo de los pueblos”, intervino Salvador Zarco, director del Museo de los Ferrocarrileros.
La próxima conferencia, que tendrá por invitado al doctor José Ignacio Korzeniak Pastorino, Embajador de la República Oriental del Uruguay, será el 26 de abril a la 1:00 de la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario