5 de noviembre de 2008

Columna

TINTA AL VUELO

Falta de salud económica y mental
Por Karina Moreno Rojas

⊙ Aumento de suicidios y enfermedades mentales debido a la crisis económica.
⊙ Cada 40 segundos ocurre un suicidio.
⊙ 154 millones de personas sufren depresión a nivel mundial.

Apenas hace algunos días se informó como la falta de salud económica o estabilidad en los bolsillos, ha creado estragos a nivel mental con depresiones, estrés, tensión y nerviosismo que llegan a desatar ataques epilépticos, violencia, adicciones (alcohol y drogas) y hasta suicidios.
La situación de crisis económica e inseguridad mundial provoca enfermedades y desequilibrio entre las emociones de los individuos y su entorno, informaron especialistas del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social en una mesa redonda creada con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se celebró el 11 de octubre.
Por ejemplo, hace una semana aproximadamente, un hombre estadounidense de Los Ángeles mató a cinco miembros de su familia y después se suicidó, según el escrito que dejó, la razón que lo condujo a actuar así era su precaria situación económica, desatada por la actual crisis mundial.
Por tanto, bajo el contexto de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, aseveró en Ginebra que la actual crisis económica mundial va incidir en la cantidad de suicidios y padecimientos mentales, por lo que “no deberíamos estar sorprendidos” por las consecuencias de la crisis financiera.
Según la organización antes mencionada, cada 40 segundos ocurre un suicidio, es decir, que al año se quitan la vida 877 mil personas y se espera que debido a las circunstancias de tensión que se viven actualmente, el índice de muertes de esta manera se incremente.
¿Cuál es la situación en México? En nuestro país, seis de cada 20 mexicanos han tenido algún trastorno mental y 3 de cada 20 casos desarrollaron la problemática en los últimos 12 meses, según datos de la Secretaría de Salud, ¿coincidencia? No lo creo.
Son alarmantes las cifras que aportó la OMS hace apenas 10 días, al mencionar que a nivel mundial 154 millones de personas sufran de depresión en sus variantes niveles. Y es aún más preocupante que a pesar de tener la problemática enfrente poco es lo que se hace al respecto, sólo 2.5 por ciento de pacientes son atendidos.
El doctor Benedetto Saraceno, director del Departamento de Salud Mental de la OMS, comentó que México cuenta con cada vez menos psiquiátricos y en malas condiciones, además no considera a la depresión como una problemática prioritaria; sin embargo, en Chile y Brasil ya se toma en cuenta dicha enfermedad dentro de los tratamientos que ofrece el seguro social básico de esos países.
Los gobiernos inyectan dólares a la crisis y ¿Quién inyecta conciencia a las personas sobre la necesidad que tienen de ayuda profesional? Pueden pasar hasta 30 años antes de que una persona enferma mentalmente reciba algún tratamiento. Por ejemplo, un drogadicto tarda por lo general 10 años en aceptar su problema y solicitar ayuda, según datos ofrecidos en Ginebra por María Elena Medina Mora, directora de Investigación Epidemiológica y Social del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente.
Y mientras la economía se desploma y exige la participación de todos para generar productividad a nivel global, el aumento de depresiones y ansiosos provoca el ausentismo laboral e incrementa la problemática. Todo es un “lindo círculo vicioso” donde, la economía denigrante provoca enfermedades y las enfermedades una economía en hundimiento.

Nota informativa

CENSURA EN RADIOS COMUNITARIAS DE MÉXICO
Por Karina Moreno Rojas

“Las radios comunitarias están precensuradas”: Chávez
⊙ La radio en México se encuentra en manos de 13 familias adineradas.

México (Aunam) 28/10/08. Para María Eugenia Chávez, vicepresidenta de la Red de mujeres pertenecientes a la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) en América Latina, las radios comunitarias en México se encuentran censuradas de diversas maneras: ya sea por medio de violencia y amenazas, al no estar consideradas en la legislación o a través del miedo cultivado en periodista por la inseguridad del país.
Por su parte, María Esther Navarro Lara, licenciada en Ciencias de la Comunicación, Sociología y Derecho por la UNAM, precisó la falta de aspectos jurídicos que impulsen y obliguen al Estado a apoyar la creación de radios comunitarias en México, pues sólo son consideradas superficialmente en los artículos Cuarto y Quinto de la Ley Federal de Telecomunicaciones, donde se dice al respecto que el espectro radioeléctrico es una vía de comunicación general (4º) y que ésta vía es de jurisdicción federal (5º), por lo que abre a la posibilidad de existencia de éste tipo de radios.
Ambas se dieron cita en el auditorio Ricardo Flores Magón de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) con motivo del foro La censura: ¿cómo la viven las radios comunitarias? En ella Chavéz afirmó “las radios comunitarias están precensuradas porque no son consideradas en la legislación”, sólo se les otorga el permiso mas no el sustento económico institucional. A lo que la también profesora de la FCPyS añadió “hay que impulsar leyes mínimas básicas […] ya que los permisos en su mayoría quedan a discreción de la autoridad en turno (lo cual) resulta ambiguo”.
Además de la precensura considerada por la también integrante de Salud Integral para la Mujer (Sipam), comentó que las radios comunitarias se ven amenazadas por narcotraficantes por ejemplo y autoridades, principalmente pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública, misma que ha quitado transmisores y golpeado a comunicadores, por lo que se ejerce mucho la autocensura como consecuencia al miedo y protección de la vida e integridad de los periodistas.
Cabe mencionar que la primera radio comunitaria en América Latina apareció en los años sesenta en Colombia. En México la primera en crearse fue en el estado de Veracruz por padres jesuitas que se interesaron en las problemáticas de la comunidad. A partir de entonces, 1994, surgirán más proyectos radiofónicos sin permisos. Nueve años después se iniciaron las gestiones para la solicitud de éstos y para el 2004 el Estado otorgó 10.
La radio adquiere en la década de los 20 un gran impacto en la sociedad mexicana llegando a todos los hogares, y a pesar de que la televisión la relegó un poco en los 50, no dejó de ser un medio de comunicación influyente y propicio para los mexicanos.
Sin embargo, según explicó Navarro Lara, por desgracia los medios de comunicación en nuestro país son primordialmente comerciales, es decir, concesionarias que buscan lucrar y hacer negocio con la información y el entretenimiento. En cuanto a la radio, se le dio mayor peso a lo musical transmitiendo constantemente la ola de artistas de moda. Es hasta después de las elecciones de 1988 cuando hay mayor apertura a noticiarios y programas informativos.
A pesar de que en nuestro país “las ondas electromagnéticas son propiedad de la nación y no de los concesionarios” mismos que no pueden ser extranjeros, el poder mediático “se encuentra concentrado en 13 familias adineradas y de prestigio empresarial”, sostuvo la ponente, que son: ACIR (familia Ibarra 160 estaciones de radio en México), Radiopolis (PRISA y familia Azcárraga), Monitor (José Gutiérrez Vivó), MSV Radio (familia Vargas 52), Grupo Imagen (Vázquez Raña 67), Radio ABC (Mario Vázquez Raña 21), RAZA (familia Laris 26), Grupo Multimedios (familia González 37), Radio Capital (familia Macice), Radio Centro (familia Aguirre 102), Radio Fórmula (familia Azcárraga Madero 83), Radiorama (familia Pérez de Anda 200), Radio S.A. (familia Quiñones) y Grupo Siete (Sánchez Campusano).
Las anteriores representan las radios comerciales, es decir, aquellas que se manejan por concesiones. A diferencia de esas, existen las radios públicas o populares a las cuales se les otorgan permisos para usar del espacio electromagnético sin tener que pagar algo por él. De éstas últimas existen actualmente en el país 194 gubernamentales, 27 indígenas, 68 universitarias y 11 comunitarias.
Se entenderá por radio comunitaria a aquella que “es considerada de la comunidad” y busca “preservar la cultura del lugar, transmitir información particular de la región y expresar libremente sobre movimientos sociales”, declaró María Esther Navarro.
Para María Eugenia Chávez, las comunitarias son uno de los cinco tipos de radios en México y se caracterizan por atender las necesidades de una comunidad en particular de manera legal, dicha comunidad “es un grupo de personas con problemáticas y soluciones comunes que no se limitan por el espacio geográfico”, planteó la expositora.
Los otros cuatro tipos de radios según la clasificación de Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), asociación mundial a la que pertenece Sipam, son: radios piratas las cuales “transmiten ilegalmente y tienen proyectos comerciales”; radios libres, que consideran no necesitar un permiso para transmitir pues “tienen el derecho a la información y libertad de expresión”; radios indigenistas, mismas que están cercanas a la comunidad pero cuya postura y diseño es del gobierno, y radios indígenas, que son totalmente manejadas y “gestionadas por los pobladores”, indicó Chávez.
Y mientras las radios comunitarias promueven la “comunicación participativa, de convivencia con el otro y de retroalimentación”, según mencionó María Esther Navarro, el Estado no les da el apoyo suficiente para su existencia y desarrollo a través de leyes que las protejan y promuevan.

Columna

TINTA AL VUELO
¿Qué es el 2 de octubre?
Por Karina Moreno Rojas

¡2 de octubre no se olvida!
⊙ Por los estudiantes de ayer y los de hoy.
⊙ Castigo a los culpables, seguimiento al proceso penal.

Los años no pasan de en balde, los estragos que causan aparecieron en los dirigentes del Comité 68. 40 años han pasado desde la masacre y aún el recuerdo sigue vivo, aún la gente sale a protestar por la falta de responsables y castigos a los culpables, aún las amas de casa se resisten a aceptar la indiferencia y olvido de la ciudadanía y sobre todo de las autoridades, aún los intelectuales reclaman y alzan la voz acompañados de las nuevas generaciones de estudiantes, que si bien no recuerdan el momento del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, lo han leído en sus libros, lo han escuchado de maestros, tíos, abuelos, etcétera.
Después de todo este tiempo, la marcha de reanudó pero, ¿en verdad fue en memoria de los caídos durante el mitin de 1968? O ¿fue sólo el pretexto de inconformes de Atenco, campesinos, profesores de Puebla, los padres de los estudiantes involucrados con el caso de las FARC en Colombia, de gritar en contra de las alzas de precios en la gasolina y los alimentos, y aún más, el pretexto de encapuchados y enmascarados para saquear negocios, provocar violencia y denigrar el movimiento?
Ni siquiera en las protestas hubo acuerdo, los llamados “históricos” (los estudiantes sobrevivientes y dirigentes del movimiento en 1968) gritaban a favor de Cuba y contra Estados Unidos, pedían la aclaración y castigo a los culpables. Mientras que los nuevos estudiantes, quienes bien podrían ser sus nietos, gritaban que Calderón y Echeverría eran lo mismo, y eso nada más para justificar sus protestas contra el presidente actual y, repetían “Culeros” y con eso englobaban a todos, quién sabe a cuántos, a lo mejor y hasta nos tocó.
A lo anterior hay que agregar a los profesores poblanos que protestaban contra la maestra Elba Esther Gordillo y la Alianza por la Calidad de la Educación defendiendo por tanto a las normales, los campesino a favor de la vida del campo mexicano, los padres de Lucía Morett en pro de su hija y de los papás de los demás jóvenes involucrados y, los habitantes de San Salvador Atenco en demanda de la libertad de Ignacio del Valle y de otros 12 integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).
¿Por qué disgregarse en tantas solicitudes y reclamos? ¿Por qué no unirse a una sola voz por la verdad, por lo ocurrido el 2 de octubre sin desviarse en proclamas de otro tipo? Por si no lo recuerdan, la extinta Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) lo único que consiguió fue el juicio contra el ex presidente Luis Echeverría, sin lograr llevarlo a prisión.
En un breve recuento, el presunto autor intelectual de la matanza del 68, Luis Echeverría Álvarez, fue encausado penalmente en el 2006, sin lograr comparecer ante un juez de primera instancia debido a que sus abogados Juan Velásquez y Heraclio Bonilla lograron ampararlo y, demostraron su delicada salud para exentarlo de presentarse siquiera al estudio de personalidad.
Aunado a lo anterior, tres magistrados colegiados no han resuelto la problemática respecto al amparo, no le han dado revisión en más de un año por lo que el juicio está congelado y por tanto, no hay culpables, al menos no de los peces gordos.
Actualmente el juicio está detenido y no existe fiscalía alguna que ejerza presión y continúe en la lucha a favor de los caídos hace 40 años. Algunos personajes como la ministra Olga Sánchez Cordero sugieren la formación de una comisión de la verdad, misma que ha sido organizada en otros países latinoamericanos como Argentina y Chile y en europeos como Francia, con la intención de develar la verdad y los acontecimientos tal y como sucedieron; sin embargo, esto sólo es una sugerencia, no algo existente en nuestro país por el momento.
Entonces ¿vale o no la pena salir a la calle y aún gritar, 2 de octubre

Reportaje (segunda parte)

EN BUSCA DEL SUEÑO AMERICANO
Por Karina Moreno Rojas

*** Invasión inmigrante ***

México es uno de los principales países con mayor número de “fugas” laborales con destino a Estado Unidos. Por ello, mientras en nuestro país crece el número de las llamadas comunidades fantasmas- lugares habitados únicamente por niños y ancianos- en E. U. A. los barrios de latinos o hispanos se incrementan.
Según informes de Elaine Levine, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM (CISAN) entre 1967 y 2006 la población de Estados Unidos creció de 200 a 300 millones, siendo la población latina la que más aportó al mismo con 36 por ciento. “Hoy en día los aproximadamente 45 millones de latinos representan alrededor del 15% de la población total y más del 60% de ellos son mexicanos”.
En entrevista, José Luis Valdés Ugalde, director de CISAN, precisó que la incapacidad del mercado de proveer condiciones mínimas de empleo a los trabajadores en potencia es causa de la búsqueda laboral en otros sitios, siendo los vecinos del norte el mejor y cercano lugar.
“Migration Policy Institute reveló que 85.7 por ciento de mexicanos de 16 años o más forman parte de la fuerza laboral. En el caso de los hombres, aseguró, 40 por ciento trabaja en la construcción, la extracción y el sector transportes, y 21 en servicios. En tanto, entre las mujeres 37 por ciento labora en los servicios y 16 por ciento en la industria manufacturera”, informó Patricia Muñoz en “La cancillería busca diálogo con migrantes” (La Jornada, 14 de mayo del 2008).
Los estados de la República con mayor afluencia de migración hacia el país vecino son: Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas. En los últimos años también se han sumado Veracruz, San Luis Potosí, Tabasco, Puebla, Morelos, Hidalgo, Estado de México y el Distrito Federal. Para Jorge Durand profesor de la Universidad de Guadalajara y especialista en migración “a principios del siglo XX comenzaron su peregrinar gracias a: que vivían en estados sobre poblados y el tendido del ferrocarril atravesó el Bajío y los “enganchadores” venían por ellos; y que la mano de obra siempre ha sido necesaria en el imperio”.
Cabe destacar que los estados del sur y sureste del país, que con frecuencia tienen población indígena, están siendo abandonados. La migración hacia ciudades con la intención de llegar hasta el país de las barras y las estrellas –principalmente en las dos últimas décadas- es cada vez más frecuente, pues tal como asegura Armando Bartra en su texto “Los derechos del que migra y el derecho de no migrar”, “ocho de cada 10 trabajadores agrícolas de Estados Unidos son mexicanos y entre ellos, los de origen indígena comienzan a ser mayoría”.
Fernando Santana, quien ahora trabaja en la tienda de Sanborn´s de Perisur como vendedor en el departamento de discos y sonido, Fercho, como es llamado por sus amigos, estuvo en el país gringo hace algunos años, pues después de casarse a los 18 y de procrear un hijo, las preocupaciones económicas lo hicieron partir: “Tenía que ganar más para sostener a mi chavito, entonces pensé en irme a trabajar a Estados Unidos”, comentó en entrevista.
Afortunadamente, ya contaba con familia “del otro lado”, pues su padre y hermano le esperaban con un techo que compartirle y la búsqueda de un trabajo seguro. Esto resulta una ventaja para los más de 500 mil mexicanos que cruzan la frontera al año, ya que de esta forma “muchos migrantes ya pueden ser acogidos en espacios más amistosos o más familiares que en el pasado cuando era más inhóspita la migración indocumentada”, afirmó Valdés Ugalde.
Sin embargo, para Fernando “aunque tengas familia del otro lado, el miedo durante el viaje nunca se va, te empiezas a preguntar, ¿si me falla el coyote? o temes por tu vida al ser atrapado por la migra”.
Y es que, tal como menciona Bartra en su texto antes citado, se arriesga mucho al cruzar:, “[…] los que van a pie o arriesgando la vida en los trenes cargueros; los que no logran pasar y se atascan de este lado en la maquila o los oficios precarios […] los que mueren en el camino: de calor o de frío, ahogados o de sed, de tren, de cuchillo o de bala; los que caen en manos de la migra[…] aquellos y aquellas a los que atrapa la prostitución en los sórdidos burdeles, bares o teibols”.
La mayoría de los que cruzan son jóvenes entre 15 y 25 años, aunque en los últimos años ha habido registro de mayor cantidad de familias enteras que pretenden cruzar por el desierto, incluso con niños recién nacidos.
Por lo mismo, es fácil creerle a Arturo Cano en “Hacia una geografía del otro México” cuando afirma que “uno de cada diez hogares mexicanos tiene un miembro con antecedentes de migración a Estados Unidos. Solamente 93 de los 2 mil 443 municipios del país no están ligados a la migración, sea por vía de las remesas o por migrantes”.
Según datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO) hay un total de 21.5 millones de mexicanos huéspedes en E. U. A., es decir, un 60 por ciento de la cantidad total de hispanos. Es pertinente precisar que el término hispano tiene su origen desde 1940 cuando el censo identificaba bajo éste a toda persona que señalaba al español como su lengua materna; sin embargo, actualmente se cree que es una palabra imprecisa, ya que, incluso resulta excluyente y ofensiva para aquéllos que no comparten la lengua español, como el caso de los brasileños, así lo señala Paz Trigueros Lengarreta en el artículo “El heterogéneo mundo de los latinos”.
Ahora bien, de los mexicanos residentes en Estados Unidos, “45% son mujeres, 13% son menores de 15 años, 70% se encuentran entre los 15 y 45 años y 17% tienen más de 45. En conjunto, la población latina suma 36.3 millones y tuvo un crecimiento demográfico en la década de los noventa de 57.9%, cuatro veces mayor al de la población estadunidense en general. La población mexicana fue la que más contribuyó a ese crecimiento”, apunta Arturo Cano para La Jornada.
A pesar de que la mayoría de estadounidenses consideran que los migrantes son un gasto para su nación, la realidad es totalmente la contraria. Los inmigrantes trabajan a bajos salarios por su condición de indocumentados, misma que no los absuelve de pagar impuestos. Simplemente, del rubro de impuestos no devueltos y pensiones no pagadas por el gobierno, E. U. A. se queda cada año con cinco mil millones de dólares.
Sumado a lo anterior, los migrantes representan el corazón de la producción agrícola en el gabacho. “En la agricultura todo es en español, de modo que los únicos que pueden entrar son centroamericanos, pero son el 1%. La de Estados Unidos es una agricultura mexicanizada: 85% de sus trabajadores es nacido en México. Son dos millones”, advirtió Durand.
Y si de cifras se trata, la CONAPO ofrece una amplia línea del tiempo donde contempla la cantidad de mexicanos que han abandonado el país en busca del sueño americano. Para empezar durante los 60´s partieron 260 a 290 mil personas, durante los 70´s 1.2 a 1.5 millones, en la siguiente década fue una cantidad de entre 2.1 y 2.6 millones y en los 90´s la cifra aumentó hasta 3 millones.
Posteriormente, durante el sexenio de Vicente Fox, cruzaron la frontera más de 2 millones de mexicanos, cantidad equivalente a toda la población de Baja California Sur, Campeche y Colima y se espera que para el 2015 haya más de 4 millones de mexicanos, mientras que para el 2030 se calcula un alza con 10 millones de migrantes.
Cano cita en su texto a la doctora y especialista Ofelia Woo, quien precisó que la migración femenina fue vista durante mucho tiempo como “reunificación familiar”. Pero a principios de los 90´s, un estudio realizado por la investigadora demostró que las mujeres que partían rumbo a E.U. A. llevaban pretensiones propias e individuales, pues “40% de las entrevistadas eran solteras y la mayoría contaba al menos con secundaria terminada. Entre l998 y 2000, de las mujeres que cruzaron la frontera como indocumentadas, 56% eran solteras y 39% jefas de familia”.
El caso de la migración infantil resulta de gran relevancia, ya que a diferencia de lo que se pudiera considerar, los niños no viajan por decisiones de los padres o como formadores de una familia, son pequeños que intentan pasar solos, sin familia y sin polleros. El Servicio de Inmigración y Naturalización plantea que 60 mil personas que pretenden pasar al otro lado son menores de edad y 90 mil consiguen cruzar al año.
Según Arturo Cano durante los 50´s el principal destino de los paisanos era Texas, en los 60´s fue California y de ahí en adelante se hizo un desplazamiento hacia el este, llagando a lugares como Florida y Georgia, además de Nueva York y Las vegas, donde realizan trabajos pesados, riesgosos o desagradables para la población originaria.