Las Ciencias Sociales son una profesión
Por Karina Moreno Rojas
⊙ La investigación social no es reconocida como profesión en nuestro país.
⊙ “Somos poco visibles en México […] no hacemos agenda de discusión”: Esteban Krotz.
⊙ Inconformidad ante rezagos monetarios, ideológicos y de infraestructura dentro de la investigación.
México (Aunam) 26/08/08. “La actividad de investigación como profesión, como generadora de conocimiento no es reconocida como tal […] ni siquiera por las universidades”, aseguró Esteban Krotz, profesor e investigador del Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana y miembro regular de la Academia Mexicana de Ciencias.
Planteó que la labor de los investigadores no es valorizada en México, pues sus temas a discutir no representan parte de la agenda mediática. “Somos poco visibles en México […] no hacemos agenda de discusión […] nuestros temas no son de los principales o los principales no los estudiamos”. Sin embargo, reconoció que es importante el análisis de los aspectos que no son de moda, pues con ello se conforma la investigación básica de la que se parte para contextualizar la demás.
Krotz se presentó en la Sala de Usos Múltiples del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM para exponer el tema El estado de las Ciencias Sociales en Yucatán, con motivo de la Cuarta Feria del libro en Ciencias Sociales que se llevó a cabo del 26 al 29 de agosto, teniendo como invitado especial al estado de Yucatán.
En dicha conferencia, el también maestro en Antropología Social y doctor en Filosofía, lamentó diferentes problemáticas que se dan en el ámbito de las Ciencias Sociales, todas ellas producto de un devenir histórico. El origen de la investigación social en México data del siglo XVI cuando se da el contacto entre españoles y nativos, al querer entender la perspectiva política, social y económica de los vencidos.
Para el siglo XIX se crearon los primeros inventarios de aspectos e instrumentos históricos, antropológicos, segmentos socioculturales y análisis del pensamiento. Durante las dos terceras partes del siglo XX comenzó la creación de institutos de investigación, por ejemplo se creó el Museo Arqueológico de Yucatán y el Centro Regional del Sureste del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Mérida.
A lo largo de los años 70, en el estado yucateco se establecieron las facultades de Antropología, Economía y Psicología. Con ello, “empieza la formación regular de científicos sociales”, misma que estuvo íntimamente ligada al estudio de la historia, pues la “Ciencia Social en Yucatán, estuvo por mucho tiempo antropologizada”, precisó el ponente.
Durante los 80 y 90 se crearon institutos de Ciencias Sociales en donde el desarrollo de la investigación fue lento aunque no poco fructífero, ya que se dieron maestrías y doctorados en diversas temáticas del campo social.
En la actualidad, a partir del 2005 en adelante, Yucatán se ha caracterizado por tener cambios representativos dentro de la investigación social, al ofrecer publicaciones de varios estudios a corto plazo además de posgrados y congresos entre científicos sociales. Ha habido un incremento de universidades alrededor del estado, lo cual permitió el término del monopolio de conocimiento “incrementándose además, las carreras de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas”, declaró Krotz.
Aunado a lo anterior, los egresados tiene una formación tan completa que salen preparados para un trabajo formal como investigadores; sin embargo, debido al nulo reconocimiento de “la actividad de investigación como profesión, como generadora de conocimiento”, les es muy difícil colocarse laboralmente, incluso dentro de las universidades que son las que albergan la investigación, ya que ni éstas la valorizan.
Lo anterior es razón suficiente para que no haya apoyo y difusión al estudio social. “No hay foros de comunicación, ni conferencias o seminarios” que permitan dar a conocer tanto a la comunidad científica como a la sociedad en general la información recuperada, consideró el autor del libro La otredad cultural entre utopía y ciencia: un estudio sobre el origen, el desarrollo y la reorientación de la antropología (2002).
Posteriormente, expresó su inconformidad ante rezagos monetarios, ideológicos y de infraestructura dentro de la investigación. Para empezar “un yucateco que quiere hacer investigación en Veracruz no está previsto […] la investigación se realiza sobre la realidad social y cultural del triangulito de la península”, no se ve bien en provincia el interés en áreas fuera de la de origen, sólo se aceptan investigaciones de defeños y extranjeros, pero no de otros estados.
En cuanto a infraestructura, no existe un verdadero espacio donde se concentre la información obtenida hasta el momento de forma jerarquizada y con buena clasificación de archivos y materiales. “Problema serio, existe más información en otros lugares que en el propio Yucatán, situación que viven también otros estados de la República, (además) nuestras bibliotecas no tienen los recursos económicos necesarios, ni un sistema decente para archivar y administrar la información, e incluso los procesos de adquisición de material son tardados”. Esteban Krotz exhortó a “repensar la relación de las Ciencias Sociales y la sociedad”, así como a establecer vínculos de comunicación y apoyo entre las diversas instituciones de investigación en México para que la información llegue a todos.
Por Karina Moreno Rojas
⊙ La investigación social no es reconocida como profesión en nuestro país.
⊙ “Somos poco visibles en México […] no hacemos agenda de discusión”: Esteban Krotz.
⊙ Inconformidad ante rezagos monetarios, ideológicos y de infraestructura dentro de la investigación.
México (Aunam) 26/08/08. “La actividad de investigación como profesión, como generadora de conocimiento no es reconocida como tal […] ni siquiera por las universidades”, aseguró Esteban Krotz, profesor e investigador del Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana y miembro regular de la Academia Mexicana de Ciencias.
Planteó que la labor de los investigadores no es valorizada en México, pues sus temas a discutir no representan parte de la agenda mediática. “Somos poco visibles en México […] no hacemos agenda de discusión […] nuestros temas no son de los principales o los principales no los estudiamos”. Sin embargo, reconoció que es importante el análisis de los aspectos que no son de moda, pues con ello se conforma la investigación básica de la que se parte para contextualizar la demás.
Krotz se presentó en la Sala de Usos Múltiples del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM para exponer el tema El estado de las Ciencias Sociales en Yucatán, con motivo de la Cuarta Feria del libro en Ciencias Sociales que se llevó a cabo del 26 al 29 de agosto, teniendo como invitado especial al estado de Yucatán.
En dicha conferencia, el también maestro en Antropología Social y doctor en Filosofía, lamentó diferentes problemáticas que se dan en el ámbito de las Ciencias Sociales, todas ellas producto de un devenir histórico. El origen de la investigación social en México data del siglo XVI cuando se da el contacto entre españoles y nativos, al querer entender la perspectiva política, social y económica de los vencidos.
Para el siglo XIX se crearon los primeros inventarios de aspectos e instrumentos históricos, antropológicos, segmentos socioculturales y análisis del pensamiento. Durante las dos terceras partes del siglo XX comenzó la creación de institutos de investigación, por ejemplo se creó el Museo Arqueológico de Yucatán y el Centro Regional del Sureste del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Mérida.
A lo largo de los años 70, en el estado yucateco se establecieron las facultades de Antropología, Economía y Psicología. Con ello, “empieza la formación regular de científicos sociales”, misma que estuvo íntimamente ligada al estudio de la historia, pues la “Ciencia Social en Yucatán, estuvo por mucho tiempo antropologizada”, precisó el ponente.
Durante los 80 y 90 se crearon institutos de Ciencias Sociales en donde el desarrollo de la investigación fue lento aunque no poco fructífero, ya que se dieron maestrías y doctorados en diversas temáticas del campo social.
En la actualidad, a partir del 2005 en adelante, Yucatán se ha caracterizado por tener cambios representativos dentro de la investigación social, al ofrecer publicaciones de varios estudios a corto plazo además de posgrados y congresos entre científicos sociales. Ha habido un incremento de universidades alrededor del estado, lo cual permitió el término del monopolio de conocimiento “incrementándose además, las carreras de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas”, declaró Krotz.
Aunado a lo anterior, los egresados tiene una formación tan completa que salen preparados para un trabajo formal como investigadores; sin embargo, debido al nulo reconocimiento de “la actividad de investigación como profesión, como generadora de conocimiento”, les es muy difícil colocarse laboralmente, incluso dentro de las universidades que son las que albergan la investigación, ya que ni éstas la valorizan.
Lo anterior es razón suficiente para que no haya apoyo y difusión al estudio social. “No hay foros de comunicación, ni conferencias o seminarios” que permitan dar a conocer tanto a la comunidad científica como a la sociedad en general la información recuperada, consideró el autor del libro La otredad cultural entre utopía y ciencia: un estudio sobre el origen, el desarrollo y la reorientación de la antropología (2002).
Posteriormente, expresó su inconformidad ante rezagos monetarios, ideológicos y de infraestructura dentro de la investigación. Para empezar “un yucateco que quiere hacer investigación en Veracruz no está previsto […] la investigación se realiza sobre la realidad social y cultural del triangulito de la península”, no se ve bien en provincia el interés en áreas fuera de la de origen, sólo se aceptan investigaciones de defeños y extranjeros, pero no de otros estados.
En cuanto a infraestructura, no existe un verdadero espacio donde se concentre la información obtenida hasta el momento de forma jerarquizada y con buena clasificación de archivos y materiales. “Problema serio, existe más información en otros lugares que en el propio Yucatán, situación que viven también otros estados de la República, (además) nuestras bibliotecas no tienen los recursos económicos necesarios, ni un sistema decente para archivar y administrar la información, e incluso los procesos de adquisición de material son tardados”. Esteban Krotz exhortó a “repensar la relación de las Ciencias Sociales y la sociedad”, así como a establecer vínculos de comunicación y apoyo entre las diversas instituciones de investigación en México para que la información llegue a todos.