30 de abril de 2009

Reportaje

El tiempo no perdona… el olvido aparece
Karina Moreno Rojas

“Era la opción, realmente creí que llegaría a la presidencia y el país estaría un poco mejor, hablaba de ayudar a la gente con programas de apoyo, yo sí creí en él y estaba dispuesto a darle mi voto sin dudarlo”, declara el señor Delfino Saldaña, médico cirujano de la clínica 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Tras 15 años de la muerte de Luis Donaldo Colosio, las sospechas respecto a su asesinato continúan, al parecer la teoría de “asesinato solitario” no convenció a muchos: “no creo que haya sido como dijeron en las televisoras que un hombre solo hizo todo, yo creo que mínimo el que iba abriendo paso entre la gente tuvo algo que ver”, asegura la señora Consuelo Rojas, ama de casa.
Y a pesar de la inconformidad la resignación tuvo que llegar, pues con el caso cerrado y con más de una muerte relacionada al asesinato del ex candidato a la presidencia de 1994, nadie se metería en asuntos “peligrosos”. Además, como dice el médico Saldaña, seguramente hay relación con personajes políticos importantes con grandes jerarquías, entre ellos el presidente en turno para aquel año: Carlos Salinas de Gortari.
“No sé bien todas la teorías que se manejaron, pero de lo que he escuchado creo que el discurso que dio días antes de su gira de campaña –6 de marzo de 1994– fue lo que no gustó al gobierno, pues mostraba gran parte de la pobreza e injusticia en que vivía el pueblo mexicano, principalmente en provincia”, indica don Delfino.
–¿Cree que era Colosio un hombre preparado?
–Creo que sí –dice Consuelo– hasta donde recuerdo había sido diputado y senador por parte de otro estado que ahora no viene a mi mente, pero ya tenía trayectoria política y simpatizaba con la gente.
Y así fue. Luis Donaldo Colosio Murrieta estudió economía en el Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Después hizo su maestría en Estados Unidos en la Universidad de Pennsylvania donde abordó el tema de Desarrollo Regional y finalmente, fue a Viena en Austria a hacer su doctorado en Economía Regional y Urbana en el Instituto Interamericano para el Análisis de Sistemas Sociales Aplicados.
A su regreso a México fue profesor en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la Universidad Anáhuac y en El Colegio de México. Al mismo tiempo, 1979, ingresó a las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), trinchera desde donde trabajaría y pelearía por sus ideales.
Durante el sexenio de Miguel de la Madrid ocupó el cargo de Director General de Programación y Presupuesto Regional haciendo mancuerna con Carlos Salinas de Gortari, para entonces Secretario de Programación y Presupuesto. Seis años después consiguió estar en la Cámara de Diputados de la LIII Legislatura, y tan sólo en dos años más lograría obtener la Senaduría por el estado de Sonora (1988).
Para Alberto Saldaña el tema Colosio se convirtió en bombardeos mediáticos con videos repetitivos sobre el momento del asesinato, e infinidad de pésames y condolencias para Diana Laura Riojas Reyes, esposa del ex candidato. “No recuerdo mucho, yo estaba en secundaria, pero lo que sí tengo muy grabado es el video que pasaban donde Colosio va caminando entre la gente con sus guaruras haciéndole paso, y de repente sólo se ve una mano con una pistola que queda cerca de la cabeza de Colosio y le dispara, ese video cómo lo repetían una y otra vez”.
Para 1994, estando Salinas de Gortari en la presidencia, Luis Donaldo Colosio se postuló para las elecciones a presidente de la República como representante del partido único en el poder hasta el momento: el PRI. “Lo que me gustó fue que a pesar de que ya era el próximo presidente, no sólo por votación sino por elección de “dedazo” ¡imagínate era del partido oficial!, Colosio hizo su campaña electoral como si fuera de la oposición y siempre teniendo mucho contacto con la gente”, argumenta Delfino Saldaña.
El 23 de marzo de 1994, tras iniciar una gira en la República Mexicana por su campaña política, Colosio es asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana. Según las primeras versiones el asesinato había sido un complot donde cinco personas actuaban de manera conjunta, entre ellas algunas pertenecientes a su grupo de escolta.
Quien manifestó esa primera teoría fue Miguel Montes, subprocurador especial del caso nombrado por Salinas de Gortari. Éste estableció que los dos disparos que recibió el ex candidato a la presidencia habían sido desde ángulos distintos, uno desde su extrema derecha (el de la cabeza) y otra de la izquierda (el del abdomen).
Pero Diego Valadés, para entonces Procurador General de la República, contradijo lo anterior al asegurar que los disparos vinieron de la misma persona y que los realizó casi de forma inmediata. A partir de entonces se comenzó a manejar la idea de un homicida solitario y único, a pesar de que fotografías y videos desmientan que ambos balazos fueron provocados por la misma persona.
Como haya sido sólo se culpó a un hombre: Mario Aburto Martínez, a quien agentes del candidato a la presidencia agarraron a golpes y detuvieron momentos después de que Colosio cayera. Extrañamente esta persona detenida y que cumple sentencia en Almoloya no se parece físicamente al ejecutor de Colosio, según los videos que fueron mostrados repetidas veces en la televisión.
Quien sí se parece más es un agente del Cisen de nombre Jorge Antonio Sánchez Ortega, al cual se le encontró manchas de sangre del mismo tipo que la del candidato (A negativo) y se le apresó huyendo de la escena del crimen; un día después se le liberó.
“Recuerdo que se dieron varias versiones, me parece que se pensaba que tuvo que ver su propia escolta y en otra opción se culpaba a una sola persona […] no sé cual sea la verdad, pero creo que es más probable la primera”, menciona el señor Saldaña.
Por su parte la señora Consuelo no recuerda las versiones, pero tiene muy presente que se dio “carpetazo al hecho” y se olvidó poco a poco: “no sé cuáles fueron las soluciones que se dieron al asunto, pero de pronto se dejó de pasar por la televisión, su esposa que salía mucho ya casi no se veía hasta el día en que se dijo que había fallecido, fue poquitos meses después de la muerte de Colosio”.
Diana Laura Riojas, esposa del ex candidato, siempre estuvo atenta a las investigaciones sobre el asesinato de su esposo, ella llegó a solicitar a Miguel Montes que no descartara la teoría del complot porque era probable que hubiera un autor intelectual en el crimen.
Hasta después de su fallecimiento a causa de un daño en el páncreas, el 18 de noviembre de 1994, se detuvo al presunto segundo tirador de nombre Othón Cortés, mismo que en este año presenta su libro sobre el caso Colosio. Esto fue durante el sexenio de Ernesto Zedillo y bajo la tutela de Pablo Chapa como nuevo subprocurador especial, quien llegó a las conclusiones de que sí hubo dos disparos desde ángulos diferentes.
En este 2009 se cumple justamente 15 años de la muerte del doctor Luis Donaldo Colosio y la pregunta es: ¿los que están cumpliendo condena son los verdaderos responsables de su muerte? Además, ¿sigue viva la imagen de Colosio entre los mexicanos?
“Yo creo que la gente ya ni se acuerda, bueno lo tiene como una idea vaga pero ya no hay indignación por el asesinato ni por los mareos a la población con tanta investigación rara que hicieron […], lo van a sacar (en los medios) porque se conmemorará la fecha luctuosa pero después de eso nadie pensará más en Colosio hasta el próximo año”, comenta el doctor Delfino mientras frunce la boca y levanta las manos en señal de resignación.

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