23 de marzo de 2008

Reseña crítica

Isis y la serpiente emplumada
Por Karina Moreno Rojas

Isis y la serpiente emplumada es la reciente exposición exhibida en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México desde el mes de febrero del 2008. Ésta llegó al país en septiembre del 2007 teniendo sede en el Museo Universal de las Culturas de Monterrey como parte del ciclo de Grandes Civilizaciones impulsado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En ella convergen dos culturas distintas en tiempo y espacio, pero similares en algunas concepciones de vida y explicaciones de la muerte. La cultura egipcia y las mesoamericanas se encuentran expuestas en veinte salas, con más de 300 piezas, así como videos sobre Isis y las diversas representaciones de la serpiente emplumada según las culturas de Mesoamérica.
Las primeras salas corresponden al Egipto faraónico mientras que las últimas a México prehispánico. División que resulta incómoda cuando la pretensión es mostrar las similitudes encontradas entre las principales deidades que tenían.
El corrido inicia con la comparación de sus principales dioses: Isis y Quetzalcóatl, ambos fusionados con otras deidades (Hathor-Isis y Ehécatl-Quetzalcóatl) por los propios pobladores. Desde entonces fueron considerados como dioses de cualidades especiales y eran admirados por los hombres.
De igual forma, se hace la comparación entre el león egipcio símbolo faraónico y el jaguar símbolo de poder de los gobernantes prehispánicos. Al continuar con el recorrido se muestra la historia de la diosa Isis, su relación con Osiris y Horus y su importancia dentro del pueblo egipcio. A continuación están las culturas prehispánicas explicando sus aspectos característicos y la importancia de la serpiente emplumada en cada una de ellas.
Esta exhibición es la oportunidad perfecta para reflexionar entorno a las similitudes y distinciones de ambas culturas, permitiendo reconocer que todos somos parte de una misma realidad, y que como tal, se han buscado explicaciones para las mismas problemáticas.
Por ejemplo, se puede encontrar todo un conjunto de divinidades en la cultura egipcia ligadas por parentesco y poder. El mismo caso se observa años posteriores con los romanos y griegos teniendo elaboradas familias de dioses. De igual forma sucede con los prehispánicos.
Dicha exposición no es una pretensión a la analogía entre dos culturas sino la aproximación entre sus principales deidades. Es decir, nunca hace referencia al melodrama de ser “culturas hermanas”, sólo puntualiza que en ambas se reconocían ciertos aspectos característicos y distintivos.
Por ejemplo, consideraban la necesidad de cajas funerarias, así como la importancia de la vida: para los prehispánicos fue a través del líquido vital y para los egipcios con el ankh o energía sustancial.
De igual forma, daban singular importancia a la dualidad, los mesoamericanos a través de imágenes masculinas con Xolotl y Tlahuizcalpantecuhtli (dos hermanos); y los egipcios con Osiris e Isis basados más en la relación matrimonial que en la de hermandad. Y que decir de la imagen intelectual, caracterizada en ambas culturas con escribas o sacerdotes en posición sedente y las piernas entrecruzadas.
Resulta de gran interés y relevancia la comparación entre la serpiente emplumada e Isis. La primera fue vida y muerte, vínculo entre la bóveda celeste y la tierra, símbolo de la fertilidad, la protección, sustento en el más allá y legitimadora del poder de los gobernantes. En el caso de Isis, además de los anteriores significó maternidad y abundancia.
Considero que ambas culturas se diferencian tajantemente en la concepción misma de la vida, mientras para los egipcios fue algo sagrado, vínculo de la prosperidad y relación directa con el gozo e incluso los placeres; para los prehispánicos, sin importar la cultura a la que pertenecieran, fue un estadio de sufrimiento y sacrificios, por eso la relación con la sangre humana, es decir, dar vidas para preservar otras.
Vale la pena conocer esta exposición que forma parte de los festejos del 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Egipto y México que se celebrarán el 31 de marzo y, que han derivado en la declaración del 2008 como año de la Cultura Egipcia en México.
Es una muestra ampliamente explicativa y comprensible, donde se facilita información sobre detalles interesantes y de sumo valor. De manera creativa presenta dos mundos unidos por respuestas posibles a sus necesidades y separados por lugar, tiempo y concepciones mismas de vida y muerte. Resulta ser una oportunidad ideal para admirar detalles de la cultura egipcia y el conocimiento de una posible integración humana a través de las similitudes existentes. Se mantendrá en exhibición hasta el 25 de junio del 2008.


FICHA TÉCNICA:
Isis y la Serpiente Emplumada, curadores: doctor Zahi Hawass y el doctor Eduardo Matos Moctezuma, Museo Nacional de Antropología e Historia, Ciudad de México, exhibición temporal del 28 de febrero al 25 de junio del 2008.

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