18 de septiembre de 2009

Relatoría

Los mexicanos que nos dio el mundo.
Por Karina Moreno Rojas

Las preguntas son: ¿qué tipo de mexicanos nos pudo dar el mundo? y ¿qué ofrecieron esos “mexicanos” a nuestra nación? Según la conferencia ofrecida por Delia Salazar Anaya, autora de los libros Xenofobia y xenofilia en la ciudad de México. Siglo XIX y XX (2007) e Imágenes de los inmigrantes en la Ciudad de México (1753-1910) (2008), en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, esos mexicanos venidos del mundo son extranjeros que por algún motivo llegaron a México, se quedaron en él y se mezclaron, o en su defecto trabajaron un tiempo y regresaron a sus países de origen no sin antes dejar huella en la República Mexicana.
Desde mi punto de vista, puedo dividir en tres grupos a todos aquellos extranjeros que llegaron a México: el primero, un grupo de inmigrantes que vinieron a trabajar en la construcción o ingeniería, o se desarrollaron en aspectos profesionales o empresariales, a su propio estilo, invirtiendo grandes cantidades de dinero y teniendo negocios fructíferos que les dejaron mucho más de ganancias. Este grupo no necesariamente se estableció en México de forma permanente, si bien se llegó a relacionar con la población, no forzosamente se quedó.
Dentro del anterior considero a: estadounidenses, británicos, irlandeses, canadienses, suecos, alemanes y japoneses. Varios extranjeros pertenecientes a estos países llegaron como ingenieros contratistas, como empresarios, como trabajadores para el sistema eléctrico del país, para desarrollar las comunicaciones (por ejemplo con la instalación de teléfonos o construcción de ferrocarriles), como dueños y pioneros en industrias como la farmacéutica, de armas, la cervecera y de vidrios, además de ser dueños, mas no trabajadores, en cultivos de café, pesca y casas comerciales.
El segundo grupo está conformado por extranjeros que, en primer lugar, se establecieron en México y, en segundo, no necesariamente venían con expectativas de éxito e inversión (aunque algunos sí lo llegaron a conseguir) sino más bien como trabajadores comunes escapando de la realidad (pobreza o guerrillas) de sus países de origen. Tal es el caso de españoles, franceses, italianos, libaneses, menonitas y judíos y exiliados o refugiados.
Dentro de las aportaciones y actividades que el segundo grupo otorgó al país están: compra-venta de productos, industria textil, formación de bancos y escuelas, almacenes de ropa, trabajos en colonias agrícolas, comercio, elaboración de productos lácteos, aportaciones médicas y pensamientos e ideologías revolucionarias y de cambio (principalmente por parte de los refugiados y exiliados).
Y en el tercer grupo se encuentran aquellos extranjeros que fueron traídos a México (ya sea por otros grupos de inmigrantes o mexicanos ricos) en calidad de esclavos o trabajadores de mano de obra barata, cuyo destino fue la discriminación por parte de nuestro país. A este grupo pertenecen los negros (traídos de África), los guatemaltecos y los chinos.
Respecto a los negros, desde la época de la colonia fueron traídos a América para realizar trabajos pesados en haciendas, cultivos y minas; su posición social siempre fue de inferioridad (incluso eran vendidos como mercancía y grabados como ganado) y sus creencias fueron minimizadas a brujerías. El caso de los guatemaltecos es menos extremista, ellos se dedicaron a ser siervos y agricultores para las cosechas del café.
El asunto de los chinos es muy peculiar, pues además de ser traídos a México para trabajar en cultivos, minas, como siervos y cocineros, fueron ligados (en épocas revolucionarias y hasta la llegada del presiente Lázaro Cárdenas) con prácticas poco higiénicas y dañinas para la sociedad como: jugadores, traficantes y consumidores de drogas, portadores de enfermedades como el beriberi y sarna, físicamente feos y poco aptos o inteligentes, ambiciosos, insalubres, cobardes (al matarse continuamente por aspectos de honor), y destructores del amor familiar a través de la poligamia, según el investigador y autor Jorge Gómez Izquierdo.
El mismo investigador, perteneciente al Instituto de Investigaciones Sociales, reconoció que incluso hubo un proceso de matanza, maltrato y expulsión contra los chinos durante los gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles bajo el lema “unidos deschinatizaremos a México”, además, se crearon comités de salud pro raza.
Esta situación en la actualidad ha variado, pero continúa ahora a través de propaganda negativa en medios de comunicación, haciendo mofa a la inteligencia china tal como sucedió con T.V. Azteca y sus cortos durante los juegos Olímpicos en China; o relacionándolos con la promiscuidad (por ser la segunda nación que consume más condones) y con elaboración de juguetes tóxicos. Además, se les considera una amenaza para las artesanías mexicanas y se les responsabiliza por el desempleo en México.
Como podemos percatarnos, los chinos tienen un seguimiento en nuestro país al igual que el estereotipo que se ha creado sobre ellos. En cuanto a las demás extranjeros, creo que no sólo dejaron huella en las épocas en que pisaron México por primera vez, sino que continúan su proceso de desarrollo e interrelación con los mexicanos, quizá ya no de la misma forma tan profunda, pero sí con un intercambio cultural constante como por ejemplo: a través de las escuelas de arte o lenguas, la comida, palabras, la vestimenta, música y el comercio.
De igual forma considero que, tomando en cuenta la división que hice en tres tipos de extranjeros, los estereotipos que el mexicano ha creado de otras culturas a lo largo del tiempo eliminaría a uno de los grupos, dando la posibilidad sólo a dos: el primero conformado por todos los extranjeros a los que el mexicano ve como superiores y generalmente los relaciona con un nivel económico alto, o de menos mayor que el suyo, por ejemplo: estadounidenses, británicos, irlandeses, canadienses, suecos, alemanes, españoles, franceses, italianos y japoneses. Quizá podrán entrar los libaneses, menonitas y judíos, sobre todo por el éxito económico que han tenido, sin embargo, pienso que el mexicano promedio desconoce la existencia de estos grupos y les resta importancia.
El segundo grupo estaría conformado por todos los extranjeros que el mexicano considera como inferiores a él, como es el caso de los centroamericanos y algunos suramericanos (considérese en este rubro a los guatemaltecos ya antes mencionados), los chinos y por supuesto, a la raza negra a los que llega a considerar como los pobres humanos “olvidados por la mano de Dios”.
Creo que más allá de ubicar el origen y repercusiones, de hace años, de extranjeros en México, sería interesante y útil conocer las aportaciones actuales que han hecho al país, no sólo en el aspecto de obras y productos, sino también las relaciones interculturales, cómo esto ha afectado en gran medida la vida cotidiana del mexicano promedio. Además, creo que valdría la pena saber qué imagen tienen los mexicanos de los extranjeros que residen en México y han aportado algo, porque son dos cosas distintas la realidad y la creencia que se tiene sobre ellos.
Finalmente, también me hubiera gustado saber qué mexicanos hemos dado al mundo, es decir, cuáles son las aportaciones del país para con las demás naciones. Quizá esto ya no corresponda al tema, pues entiendo que va en relación de la construcción de una identidad del mexicano al sabernos la mezcla de diferentes naciones y orígenes a través del proceso histórico, sin embargo, creo que es de gran valor conocer cómo ha contribuido el mexicano a los demás.

4 comentarios:

BRIONES BLOG dijo...

Hola que tal Karina, aquí revisando tu blog, me pareció muy interesante ... prometo revisarlo a profundidad ... espero puedas visitar el mío ..

http://srbriones.blogspot.com

La ANGARIPOLA

Saludos


Mario

Anónimo dijo...

hola que tal mi Nombre es cristian yo soy estudiante de psicologia de la FES Iztacala UNAM y estudiante de musica en la EMM y me gusto mucho el blog que tiene.
Que gusto que haya personas que aun gusten de leer un buen libro, yo e tenido la oportunidad de trabajar en radio y television y aunque no e estudiado la carrera de ciencias de la comunicacion sin duda algùna sera algo que are al terminar lo que ya e empezado.

Consultare su blog continuamente y espero poder hacer contacto con usted pronto, una vez mas felicidades por su espacio.

Por mi raza Hablara el espiritu

BRIONES BLOG dijo...

Hola Karina, estuve analizando tu texto y se me vino a la mente un fraccionamiento que está en Ciudad Obregón (mi ciudad de origen). Este lugar se llama Villa Bonita, pero es conocido popularmente como "Villa Chinita", ya que la mayor parte de las casas están habitadas por chinos.

Gracias a ellos, se instalaron dos maquiladoras, las cuales dan empleo a más de 5 mil obregonenses, pero los maltratos de los orientales y su mala fama, de la cual hablas. Ocasionó que mucha gente dejará de consumir comida china, pues se comentó a nivel local que los chinos robaban gatos para preparar sus platillos .. como la ves? .. jejeje ..

En fin, casi nadie quiere a los chinos en mi tierra, pues los tachan de negreros, groseros, prepotentes, sucioos y demás malos calificativos ...

Saludos! :D seguiré checando tu blog

Claudia Karina Moreno Rojas dijo...

muchas gracias por comentar en mi blog y que bueno que les ha gustado lo que hasta el momento he podido publicar.
últimamente no he podido publicar más porque he estado un tanto ocupada con mi tesis, pero espero en breve poder hacer alguna investigación y presentárselas.

Muchas gracias en verdad por sus comentarios, estaremos en contacto.